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SANTA MISA ARMENIA


💠💠💠

Sacerdote. Bendito sea nuestro Señor Jesucristo. Amén. Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en el cielo como en la tierra. El pan nuestro de cada día danos hoy. Y perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Y no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Reciba el Dios amante de los hombres los salmos y las súplicas, para beneplácito de su bondadosa voluntad. Conceda el perdón de nuestros pecados y de nuestras muchas transgresiones, líbranos de los males, absuélvanos de los pecados. Y a Él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Diácono. Y nuevamente en paz imploremos al Señor.

Sacerdote. Bendición y gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Coro. Oh misterio profundo, incomprensible, sin principio, que engalanaste con la excelsa gloria del tabernáculo de la luz inaccesible las jerarquías celestiales y los coros de fuego de los ángeles. Con poder inefable y milagroso creaste a Adán a imagen de tu señorío, y lo revestiste con hermosa gloria en el jardín del Edén, lugar de delicias. Por los sufrimientos de tu Santo Unigénito fueron renovadas todas las criaturas, y el hombre volvió a ser inmortal, adornado con la vestidura incorruptible. Oh cáliz llovido, ardiente río de fuego, que derramaste sobre los apóstoles en el santo cenáculo, derrama también sobre nosotros, oh Espíritu Santo Dios, tu sabiduría revestida de tu manto. En tu casa conviene la santidad, que revestiste de hermosura; la santidad de la gloria que en tu morada fue establecida, cúbrenos en medio de nosotros con la verdad. Tú que extendiste tus brazos creadores frente a las estrellas, afirma nuestros brazos con fortaleza, y con la elevación de nuestras manos hacia Ti intercedamos. Con esperanza ciñe mi mente y sentidos con corona sobre mi cabeza, y con la señal de la cruz adórnanos como Aarón florecido en oro, para embellecer el altar. En tu soberano amor divino y paternal revístenos a nosotros con tu santo misterio, para que seamos siervos de tu altar. Oh Rey celestial, guarda inquebrantable a tu Iglesia, y conserva en paz a nosotros, adoradores de tu santo nombre.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian

Կոմիտաս Վարդապետ

Komitás Vartabéd

Խորէն Մեխանճեան

Khorén Mekanejian

Յայր Արսէն Այտընեան

Háir Arsén Aidênian

Էտկար Մանաս

Edgar Manás


Si el celebrante es el Catolicós o el Obispo Primado, el coro canta:
“Jorhúrt jorín”, "Hrashapár" y luego "Takavór iergnavór":

Coro. Oh Dios glorioso y siempre providente, que nos otorgaste la salvación de Armenia en la persona del Iluminador oriundo de la pagana nación parta; por su intercesión, oh Salvador, sálvanos ahora y en el día de tu temible venida. Con maravilloso asombro, el bienaventurado San Gregorio soportó tormentos indecibles y durante quince años habitó entre los envenenadores, sufriendo tormentos infernales en el abismo del calabozo; por su intercesión, oh Salvador, sálvanos ahora y en el día de tu temible venida. Con tu palabra obradora de milagros y por tu gran misericordia, se levantó y sanó a los afligidos por la feroz acometida del demonio, conduciendo a todos a la adoración de tu Santísima Trinidad; por su intercesión, oh Salvador, sálvanos ahora y en el día de tu temible venida. Oh Rey celestial, conserva firme a tu Iglesia; y a nosotros, adoradores de tu nombre, consérvanos en la paz.

Վարդան Սարգսեան

Vartán Sarxian

Կոմիտաս Վարդապետ

Komitás Vartabéd

Յայր Մովսէս Վարդապետ Սրապեան

Háir Movsés Vartabéd Srabián

Լեւոն Չիլինկիրեան

Levón Chilinguirian

Յայր Արսէն Այտընեան

Háir Arsén Aidênian


Salmo 26

Sacerdote. Lavaré mis manos en inocencia y rodearé tu altar, Señor.

Diácono. Júzgame, Señor, porque he caminado en mi integridad; he confiado en el Señor para no resbalar. Examíname, Señor, y pruébame; sondea mi mente y mi corazón. Tu misericordia, Señor, está ante mis ojos; y me alegraré en tu verdad. No me sentaré en los asientos de los vanos, ni entraré con los impíos. He aborrecido la asamblea de los malhechores; no me sentaré entre los impíos. Lavaré mis manos en inocencia y rodearé tu altar, Señor, para oír la voz de tu bendición y proclamar todas tus maravillas. Señor, he amado la hermosura de tu casa y el lugar donde habita tu gloria. No destruyas mi alma con los impíos, ni mi vida con los sanguinarios, cuyas manos están llenas de iniquidad y cuya diestra está colmada de sobornos. Yo, en mi integridad, he caminado; líbrame, Señor, y ten misericordia de mí. Mi pie estará firme en camino recto; en las grandes congregaciones te alabaré. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Sacerdote. Por la intercesión de la Santa Madre de Dios, Señor, recibe nuestras súplicas y sálvanos.

Diácono. Roguemos a la Santa Madre de Dios y a todos los santos que intercedan ante el Padre en los cielos, para que por su voluntad nos muestre misericordia y haga vivir a su criatura. Señor Todopoderoso, Dios nuestro, ten piedad y sé misericordioso.

Sacerdote. Recibe, Señor, nuestras súplicas, por la intercesión de la Santa Madre de Dios, Inmaculada, Madre de tu Hijo Unigénito, y por las oraciones de todos tus santos y, si es el caso, por la memoria de aquellos cuya conmemoración es hoy. Líbranos, Señor, y ten misericordia; perdona, expía y deja nuestros pecados. Haznos dignos de glorificarte con gratitud junto con tu Hijo y tu Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. Cordero de Dios.

Confieso ante Dios y la Santa Madre de Dios, y ante todos los santos, (el celebrante se vuelve hacia el pueblo y continúa) y ante vuestros señores y hermanos, todos los pecados que he cometido: por pensamiento, palabra y obra, y por todos los pecados que otros han cometido. Pecado, pecado. Os ruego, suplicad por mí ante Dios para el perdón.

Si hay un sacerdote presente, él responderá; pero si no, responderán los que estén cerca.

Sacerdote. Que el Dios amante de los hombres tenga misericordia de ti y conceda perdón a todos tus pecados, pasados y presentes, y te libre y fortalezca en toda obra buena; y que haga descansar tu alma en vida eterna. Amén.

Sacerdote. Que el Dios amante de los hombres te levante y perdone todos tus pecados, te conceda tiempo para el arrepentimiento y para obrar en toda obra buena; enderece tu vida futura por la gracia del Espíritu Santo, poderoso y misericordioso, y a Él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Coro. Recuérdanos ante el Inmortal Cordero de Dios.

Sacerdote. Que sea recordado vuestro hijo ante el Inmortal Hijo de Dios.

Salmo 100

Diáconos. Gritad al Señor, toda la tierra; servid al Señor con alegría. Entrad ante Él con júbilo; sabed que Él es nuestro Dios. Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; somos su pueblo y el rebaño de su prado. Entrad por sus puertas con acción de gracias y en sus atrios con alabanza. Dad gracias al Señor y bendecid su nombre. Bueno es el Señor; eterna es su misericordia, y su verdad permanece de generación en generación. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Diácono. Roguemos al Señor por la Santa Iglesia, para que nos libre del pecado y nos haga vivir por la gracia de su misericordia. Señor Todopoderoso, Dios nuestro, ten piedad y sé misericordioso.

Sacerdote. En medio de mi templo y ante tus santos y glorificados signos y tu santa mesa, me inclino con reverencia y adoración. Tu Señorío santo, maravilloso y victorioso lo glorificamos (según corresponda). Y te ofrecemos bendición y gloria al Padre y a tu Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Y subiendo al altar, el sacerdote dice junto con el diácono: Salmo 43.

Sacerdote. Me acercaré al altar de Dios, al Dios que alegra mi juventud.

Diácono. Júzgame, oh Dios y justifícame en mi juicio.

Sacerdote. De la gente impía, del hombre inicuo y engañoso líbrame.

Diácono. Tú eres, oh Dios, mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué he de andar triste, mientras me aflige el enemigo?

Sacerdote. Envía, Señor, tu luz y tu verdad. Ellas me han de guiar y conducir a tu monte santo y a tus tabernáculos.

Diácono. Me acercaré al altar de Dios. Al Dios que alegra mi juventud.

Sacerdote. Cantaré tus alabanzas, oh Dios, Dios mío.

Diácono. Pues, ¿por qué estás triste, alma mía? ¿Por qué me llenas de turbación? Espera en Dios, confiésalo, Él es mi Salvador y mi Dios.

Sacerdote. Gloria al Padre † y al Hijo y al Espíritu Santo.

Diácono. Ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. Y nuevamente en paz roguemos al Señor. Bendigamos a Dios Todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos hizo dignos de estar en este lugar de las alabanzas y cantar himnos espirituales. Omnipotente Señor Dios nuestro, sálvanos y ten piedad.

Sacerdote. En este recinto de santidad y lugar de las alabanzas, morada de los ángeles y lugar de expiación de los hombres, delante de estos divinos símbolos agradables a Dios y de este santo altar, humildes y temerosos nos postramos y glorificamos tu santa, maravillosa y triunfante Resurrección (o la fiesta del día) y a Ti te ofrecemos alabanza y gloria con el Padre y el Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Si el celebrante es sacerdote, que el diácono haga sonar el campanillo y los cantores entonen el himno correspondiente según lo indicado para hoy.
Pero si el celebrante es un obispo, que los cantores entonen el ‘Elegido (Êndrealt)’ mientras el celebrante lee la oración de San Gregorio de Narek.

Oración al Espíritu Santo de Gregorio de Narek.

Sacerdote. Todopoderoso, benigno, amante de los hombres, Dios de todos, creador de lo visible y lo invisible, salvador y sostén, protector y pacificador, Padre con el Espíritu poderoso, te suplicamos con brazos extendidos y clamando con fervor ante tu majestad. Con gran temor y reverencia presentamos este sacrificio ante tu altar, invocando tu fuerza, como ofrenda digna y gloria de tu honor inmutable, y bajo el manto de tu inspección, en los profundos secretos de tus designios. A través de tu Hijo Emmanuel, tu mensajero, Salvador, dador de vida y creador de todo.
En tu mano nos has mostrado la unidad de la Trinitad, Dios incomprensible en su esencia, conocido sólo por Ti. En tu mano están los patriarcas de los primeros linajes, los visionarios anónimos, los que erraron y los que percibieron, los caídos y los que surgieron de la nada, honrados sin límite en la palabra y la obra.
Espíritu de Dios, anunciado por Moisés, que al pasar sobre las aguas extendiste tu poder, protegiendo y fortaleciendo, misericordioso con la nueva creación, revelando tu propósito a la humanidad. Así, antes de que tu obra fuese construida, creaste la naturaleza, poderosa, soberana, dadora de vida, de la nada y sobre todas las cosas, de todo lo que existe.
Tú renovaste la creación para la resurrección de todos los seres, desde el primer día sobre la tierra hasta el último día de este mundo. Con obediencia y unidad nos sometimos a Ti, como al Padre, nuestro hermano, semejante al Hijo primero, verdadero Dios y Evangelio de verdad, igual y coeterno con el Padre Todopoderoso. Por Ti, la predicación del Evangelio se difundió sin límites, y como Dios guerrero, tu voz hizo temblar a los malvados. Tu justicia y pureza se manifestaron, y por nuestros pecados fuiste entregado y resucitaste para nuestra justificación.
A Ti sea la gloria en tu mano, y tu bendición al Padre omnipotente, por los siglos de los siglos. Amén.


Repetid de nuevo en el mismo orden las palabras, hasta que maravillosamente se manifieste la luz de la confianza,
anunciando de nuevo el Evangelio y proclamando otra vez la paz.

Sacerdote. Roguemos y suplicamos con un clamor que brota del corazón de cada alma ante tu gloriosa creación, Espíritu misericordioso, eterno e increado, que intercedes por nosotros ante tu Padre misericordioso, para que guardes a los santos, limpies a los pecadores y prepares nuestro templo viviente y sustentador ante el Altísimo Padre.
Libéranos de toda obra impura que no es agradable a tu morada; y no permitas que nos alejemos de la luz de tu gracia, que brille en los ojos de nuestra comprensión, para que nos unamos a Ti en oración y ofrezcamos incienso puro según tu voluntad.
Y como uno del Ternario participamos del sacrificio, y como otro lo recibimos, agradables ante Ti para reconciliarnos con tu obra; acepta nuestras plegarias y justifícanos en la preparación de todo para participar del banquete celestial de tu Cordero, sin ser juzgados ni condenados, recibiendo la vida eterna de la salvación.
Que se disipe toda tentación contra nosotros, como la chispa viva del profeta en la mano de los que sirven; para que a todos anuncies tu misericordia, por medio de tu Hijo, dulzura del Padre, acercando al hijo pródigo a la herencia paterna, y elevando a la ramera al reino celestial de los justos.
Sí, sí, y yo soy uno de ellos, acógeme entre ellos como uno necesitado de tu misericordia, gracias a tu gracia viva, mediante el poder recibido de Cristo. Porque en todo y por todo reconozco tu divinidad, glorificada junto al Padre de manera adecuada, y unida en autoridad de alabanza.

Coro. Tu Elegido ante Dios, que es un sacerdote santo y bienaventurado, semejante a Aarón y al profeta Moisés, vestido según lo dispuesto por el Creador; el poder de Aarón siempre se haga presente.

Կոմիտաս Վարդապետ

Komitás Vartabéd


Diácono. Bendice Señor.

Obispo. Porque tuya es la misericordia y el poder, y el amor a los hombres, la fuerza y la gloria, por los siglos de los siglos. Amén.

Se cierran las cortinas.

Que el acólito presente el incensario, diciendo:

Diácono. Y nuevamente en paz imploremos al Señor.

Y el sacerdote hace la señal de la cruz sobre el incensario, diciendo:

Sacerdote. Bendición y gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Y tomando el incensario, el sacerdote lo coloca sobre el altar, diciendo:

Sacerdote. Recuerdo de nuestro Señor Jesucristo, que reposó muchas veces en el trono incorruptible; fue entregado a la muerte en la cruz por la salvación del género humano. Bendecid, alabado y exaltadle por los siglos de los siglos.

Que el acólito presente el cirio, diciendo:

Sacerdote. Y nuevamente en paz imploremos al Señor.

Y el sacerdote hace la señal de la cruz sobre el vino, diciendo:

Sacerdote. Bendición y gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Y el sacerdote coloque el cirio en el candelabro en forma de cruz, diciendo:

Sacerdote. Cántico en memoria de la salvadora providencia del Señor Dios y de nuestro Salvador Jesucristo, que renovó a la creación del manantial de sangre y les dio inmortalidad. Bendecid, alabado y exaltadle por los siglos de los siglos.

Y dice la oración de San Juan Crisóstomo sobre la ofrenda.

Sacerdote. Señor, nuestro Dios, que enviaste tu pan celestial, nuestro Jesús Cristo, alimento de todo el mundo, Salvador, sustentador y benigno, para bendecirnos y santificarnos. Tú mismo, Señor, bendice ahora esta ofrenda. Acéptala en tu celestial mesa. Recuerda, como benigno y amante de los hombres, al que ofrece, y por quien se ofrece. Y protégennos sin fallo en el sacerdocio de tus divinos misterios. Porque santo y glorioso es todo honor y majestad de tu gloria, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 93.

El Señor ha reinado, está revestido de majestad; el Señor se ha vestido y se ha ceñido de fuerza. Ha establecido el mundo para que no pueda ser movido; tu trono ha sido preparado; tú eres desde el principio hasta la eternidad. Los ríos han alzado, oh Señor, los ríos han alzado sus voces; los ríos se levantarán en sus cauces. De la voz de muchas aguas, las olas del mar se hicieron maravillosas; Señor, tú en lo alto eres maravilloso; hemos confiado grandemente en tus testimonios. La santidad conviene a tu casa, oh Señor, por largos días. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Y hace la señal de la cruz sobre la ofrenda de los dones, diciendo:

Que el Espíritu Santo descienda sobre ti, y que el poder del Altísimo repose sobre ti como protección.

Y el sacerdote inciensa la ofrenda, diciendo:

Sacerdote. Ofrezco incienso ante Ti, Cristo, fragancia de los sacerdotes. Acéptalo como santa, celestial y agradable ofrenda ante Ti, como aroma fragante. Envía sobre nosotros, a cambio, tu gracia y dones del Espíritu Santo. Y te ofrecemos gloria al Padre y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Se abren las cortinas.


Mientras el sacerdote inciensa, desciende al presbiterio dentro de la iglesia, acompañado de los acólitos. Y el Coro entona el himno correspondiente.
Al terminar, se vuelve al Santo Altar.


Coro. Por la intercesión de tu Virgen Madre acepta, oh Cristo, las plegarias de tus siervos. Tú que con Tu sangre hiciste resplandecer a Tu Santa Iglesia más que los cielos: y en ella colocaste, junto con los celestiales, órdenes de apóstoles, mártires y santos doctores. Hoy, reunidos las órdenes de sacerdotes, diáconos, acólitos y clérigos, ofrecemos incienso ante Ti, Señor, a ejemplo de Zacarías en la antigüedad. Por eso, acepta de nosotros oraciones de ofrendas, como los sacrificios de Abel, de Noé y de Abraham. Por intercesión de Tus celestiales ejércitos, conserva siempre firme la Sede Armenia.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian - "A"

Մակար Եկմալեան

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Կոմիտաս Վարդապետ

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Խորէն Մեխանճեան

Khorén Mekanejian

Յայր Արսէն Այտընեան

Háir Arsén Aidênian

Էտկար Մանաս

Edgar Manás


Diácono. Bendice Señor.

Sacerdote. Bendito sea el reino del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Se entona la Entrada correspondiente.

Domingos comunes.


Coro. Oh Hijo unigénito, Verbo de Dios y Ser inmortal, que aceptaste encarnarte de la santa Madre de Dios y siempre virgen, sin sufrir cambio alguno te hiciste hombre y fuiste crucificado, oh Cristo Dios, con tu muerte pisoteaste a la muerte. Tú que eres uno de la Santa Trinidad, conglorificado con el Padre y el Espíritu Santo, sálvanos.


Diácono. Y nuevamente en paz roguemos al Señor: acepta, sálvanos y ten misericordia.

Sacerdote. Bendición y gloria al Padre † y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

La paz † esté con ustedes.

Coro. Y con tu espíritu.

Մակար Եկմալեան

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Diácono. Inclinémonos ante Dios.

Coro. Ante Ti, Señor.

Մակար Եկմալեան

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Khorén Mekanejian


Sacerdote. Señor Dios nuestro, tu poder es inescrutable y tu gloria, inaccesible; tu misericordia es infinita y tu bondad, inagotable. Mira a tu pueblo y a este santo templo según tu infinito amor por los hombres. Según tu infinita misericordia, ten piedad de nosotros y de los que rezan con nosotros. Porque tuya es la gloria, el poder y el honor, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Entonar el Himno del Día según la fecha correspondiente.

Sacerdote. Señor, nuestro Dios, haz vivir a tu pueblo y bendice tu heredad. Guarda la plenitud de tu iglesia. Santifica a los que con amor han recibido la belleza de tu casa. Glorifícanos con tu poder divino y no nos dejes alejados de Ti. Porque tuya es la fortaleza, el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Paz a todos.
Porque nos enseñaste a orar de manera sencilla y unánime, y prometiste conceder lo solicitado para tu nombre, haz ahora que lo pedido mediante tu servicio se cumpla para nuestro beneficio, otorgándonos eternamente conciencia de tu verdad y concediendo vida eterna en tu presencia. Porque eres Dios benigno y amante de los hombres. A Ti sea la gloria, el poder y el honor, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Señor, nuestro Dios, que pusiste en los cielos la jerarquía y la potestad de los ángeles y los arcángeles al servicio de tu gloria, haz que ahora entren con nosotros los santos ángeles y sean nuestros compañeros en la adoración y testigos de tu misericordia. Porque tuya es la fortaleza, el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Diácono. ¡Estemos atentos!

El sacerdote entrega el Evangelio al diácono y éste lo eleva para realizar la procesión con el Evangelio.

Coro. Santo Dios, santo y fuerte, santo e inmortal, que resucitaste de entre los muertos (o el correspondiente a la fecha), ten piedad de nosotros.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian

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Յայր Արսէն Այտընեան

Háir Arsén Aidênian

Էտկար Մանաս

Edgar Manás


Sacerdote. Dios santo, que reposas en los santos, y que eres glorificado por el canto trisagio de los serafines y alabado por los querubines, y que todos los ejércitos celestiales te adoran, tú que de la nada creaste toda la creación, que formaste al hombre a tu imagen y semejanza, y lo adornaste con todos los dones, enseñándole a pedir sabiduría y prudencia, y no desechaste al pecador, sino que aguardaste sobre él su arrepentimiento y salvación, que nos hiciste dignos, aunque indignos, de tu servicio, para que en este tiempo podamos presentarnos ante la santa mesa de tu gloria, y ofrecer adoración y alabanza digna y poderosa a Ti.
Tú, Señor, acepta de la boca de los pecadores esta triple bendición y guárdanos con tu dulzura. Perdona todos nuestros pecados voluntarios e involuntarios. Santifica nuestro espíritu, nuestra mente y nuestro cuerpo, y concédenos servirte en santidad todos los días de nuestra vida, por la intercesión de la Santa Madre de Dios y de todos los santos, que siempre te agradaron. Porque santo eres, Señor nuestro Dios, y a Ti corresponde gloria, poder y honor, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Diácono. Y nuevamente en paz roguemos al Señor.

Coro. Señor, ten piedad.

Մակար Եկմալեան

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Diácono. Por la paz en todo el mundo y por la estabilidad de la santa Iglesia, roguemos al Señor.

Coro. Señor, ten piedad.

Diácono. Por todos los obispos santos y de recta doctrina, roguemos al Señor.

Coro. Señor, ten piedad.

Diácono. Por la vida y la salvación de nuestro Patriarca y Katolicós (NN), roguemos al Señor.

Coro. Señor, ten piedad.

Diácono. Por los predicadores, sacerdotes, diáconos, acólitos y para la congregación de la Iglesia, roguemos al Señor.

Coro. Señor, ten piedad.

Diácono. Por las almas difuntas, que con verdadera y correcta fe durmieron en Cristo, roguemos al Señor.

Coro. Acuérdate, Señor, y ten piedad. Señor, ten piedad. Nos confiamos a Ti, Señor. Señor, ten piedad. Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian

Կոմիտաս Վարդապետ

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Խորէն Մեխանճեան

Khorén Mekanejian


Sacerdote. Porque siendo Dios, Tú eres misericordioso y bondadoso con los hombres y a Ti conviene la gloria, el poder y el honor, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Diácono. ¡Aleluya! Nos ponemos de pie.

Sacerdote. La paz † esté con ustedes.

Coro. Y con tu espíritu.

Diácono. Escuchemos con respeto.

Sacerdote. El santo Evangelio según quien corresponda.

Coro. Gloria a Ti, Señor Dios nuestro.

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Diácono. ¡Estemos atentos!

Coro. Es Dios quien habla.

Մակար Եկմալեան

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Khorén Mekanejian


Coro. Gloria a Ti, Señor Dios nuestro.

Մակար Եկմալեան

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Խորէն Մեխանճեան

Khorén Mekanejian


Profesión de Fe

Coro. Creemos en un solo Dios. En el Padre omnipotente, Creador del cielo y de la tierra y de todo lo visible e invisible. Y en un solo Señor, Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios, nacido de Dios Padre, o sea, de la misma sustancia del Padre. Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado. El mismo, de la naturaleza del Padre, por quien han sido hechas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles. Que por nosotros los hombres y por nuestra salvación, descendiendo del cielo se encarnó, se hizo hombre, nació perfectamente de la santa Virgen María, por el Espíritu Santo. Que tomó cuerpo, alma e inteligencia y todo lo que hay en el hombre, verdaderamente y no en apariencia. Que padeció, fue crucificado, sepultado y resucitó al tercer día. Subió al cielo con el mismo cuerpo, se sentó a la derecha del Padre. Vendrá con el mismo cuerpo y con la gloria del Padre a juzgar a los vivos y a los muertos, y su reino no tendrá fin.
Creemos también en el Espíritu Santo, perfecto y no creado, que habló en la Ley, por los profetas y en el Evangelio, que descendió en el Jordán, predicó por los apóstoles y habita en los santos.
Creemos también en una sola Iglesia, santa, católica y apostólica. En un solo bautismo, en la penitencia, en la expiación y en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos, en el juicio eterno de las almas y de los cuerpos, en el reino de los cielos y en la vida eterna.

Diácono. Aquellos que digan: que en algún momento el Hijo no existió, o que en algún momento el Espíritu Santo no existió, o que son creados o de otra esencia; o que nieguen que el Hijo de Dios y el Espíritu Santo son verdaderamente Dios, y que son cambiables o alterables, sean anatema por la Santa Iglesia católica y apostólica.

Sacerdote. Nosotros glorificamos al que existe antes de todos los siglos, prostrándonos delante de la Santísima Trinidad y la única divinidad del Padre † y del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Diácono. Y nuevamente en paz roguemos al Señor.

Coro. Señor, ten piedad.

Diácono. Y también con fe roguemos y pidamos al Señor Dios y a nuestro Salvador Jesucristo, en el tiempo de la adoración y la oración, para que nos haga dignos de recibirlo. Escucha, Señor, la voz de nuestras súplicas, acepta lo pedido desde el corazón, perdona nuestros pecados y ten misericordia de nosotros. Que nuestra oración y lo solicitado en todo momento lleguen ante la grandeza del Señor, y que Él nos conceda trabajar unidos, con una sola fe y rectitud, en obras buenas, para que por su misericordia nos otorgue su gracia. Que el Señor todopoderoso nos sostenga y tenga misericordia de nosotros.

Coro. Sálvanos, Señor. Concédenos, Señor. Concédenos, Señor. Concédenos, Señor. Señor, ten piedad. Nos confiamos a Ti, Señor. Señor, ten piedad. Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian

Կոմիտաս Վարդապետ

Komitás Vartabéd

Խորէն Մեխանճեան

Khorén Mekanejian


Sacerdote. Señor nuestro y Salvador Jesucristo, que eres grande en misericordia y generoso en los dones de tu bondad, que con voluntad aceptaste en este tiempo el padecimiento de la cruz y la muerte por los pecados de nosotros, y que otorgaste abundantemente el don de tu Espíritu Santo a los bienaventurados apóstoles. Haz que también nosotros participemos, Señor, te suplicamos, de tus dones divinos, del perdón de los pecados y de la recepción del Espíritu Santo.

Para que seamos dignos de glorificarte con agradecimiento junto al Padre y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

La paz † esté con ustedes.

Coro. Y con tu espíritu.

Diácono. Inclinémonos ante Dios.

Coro. Ante Ti, Señor.

Sacerdote. Con tu paz, oh Cristo nuestro Redentor, que está por encima de todo pensamiento y palabra, fortalécenos y asegúranos contra todo mal; asócianos a tus verdaderos adoradores que te adoran en espíritu y en verdad, porque a tu Santísima Trinidad conviene la gloria, el poder y el honor, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Diácono. Bendice Señor.

Sacerdote. Que el Señor Dios † los bendiga a todos.

Si el celebrante es obispo, se quita la mitra, el báculo, las sandalias, el escudo y el anillo.
Si es sacerdote, se quita la corona y las sandalias.

Diácono. Ningún catecúmeno, ninguno de poca fe, ningún pecador o impuro se atreva a acercarse a los divinos misterios.

Coro. El Cuerpo del Señor y la Sangre del Redentor no tardarán en estar presentes. Los ejércitos celestiales invisiblemente cantan y dicen a una sola voz, sin cesar: Santo, Santo, Santo es el Señor de los Ejércitos.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian

Կոմիտաս Վարդապետ

Komitás Vartabéd - "A"

Կոմիտաս Վարդապետ

Komitás Vartabéd - "B"

Խորէն Մեխանճեան

Khorén Mekanejian

Լեւոն Չիլինկիրեան

Levón Chilinguirian

Քրիստափոր Կարա-Մուրզա

Kristapor Kara - Murza

Էտկար Մանաս

Edgar Manás


Diácono. Canten salmos al Señor nuestro Dios, oh cantores, con suave voz canten cánticos espirituales.

Coro. Con órdenes angélicos colmaste, oh Dios, a tu santa Iglesia. Miles de miles de arcángeles están delante de Ti, y millares de millares de ángeles te sirven, Señor. Y tuviste a bien aceptar de los hombres alabanzas con mística voz: Santo, Santo, Santo es el Señor de los ejércitos.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian

Կոմիտաս Վարդապետ

Komitás Vartabéd

Խորէն Մեխանճեան

Khorén Mekanejian

Լեւոն Չիլինկիրեան

Levón Chilinguirian

Էտկար Մանաս

Edgar Manás


Y el diácono en procesión acerca el Santo Pan y Cáliz de la Inmortalidad al Santo Altar.

Salmo 24: 7-10.

Diácono. Levantad el cetro desde vuestro lugar. Que sea elevado para siempre y entre al rey de la gloria.

Sacerdote. ¿Quién es este Rey de la gloria? El Señor fuerte en poder, el Señor poderoso en batalla.

Diácono. Levantad el cetro desde vuestro lugar. Que sea elevado para siempre e introducid al Rey de la gloria.

Sacerdote. ¿Quién es este Rey de la gloria? El Señor de los ejércitos.

Diácono. Este es el Rey de la gloria.

Y que el sacerdote toma el Cáliz de las manos del diácono y lo eleve ante la vista del pueblo, diciendo:

Sacerdote. Bendito el que viene en el nombre del Señor.

Diácono. Y nuevamente en paz roguemos al Señor.

Coro. Señor, ten piedad.

Diácono. Permanezcamos todavía en oración con temor delante del santo altar de Dios, con fe y santidad, sin ser escandalosos, sin hipocresía ni falsedad, con comportamiento digno, con corazón sincero, con perfecta fe, con pleno amor y con abundantes buenas obras. Permanezcamos orando delante del altar de Dios y recibiremos la gracia de su misericordia en el día de la manifestación y segunda venida de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Que Él nos salve y tenga piedad de nosotros.

Coro. Sálvanos, Señor, y ten piedad.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian

Կոմիտաս Վարդապետ

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Խորէն Մեխանճեան

Khorén Mekanejian


Sacerdote. A ti, Señor, Dios de los ejércitos y Creador de todo lo que existe, que de la nada hiciste nacer la creación, y que al hombre, hecho de tierra, lo honraste con la naturaleza de tu misericordia y le asignaste un servicio digno de su temor y reverencia. Tú, Señor, a quien ofrecemos este sacrificio, acepta esta ofrenda que presentamos, y conságrala como misterio de tu Cuerpo y Sangre del Hijo Unigénito. Concede el perdón de los pecados a los que participen del pan y del cáliz.

Por la gracia y el amor de nuestro Señor y Salvador Jesucristo hacia los hombres, a Ti, Padre, junto a tu Espíritu Santo, conviene la gloria, el poder y el honor, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

La paz † esté con ustedes.

Coro. Y con tu espíritu.

Diácono. Inclinémonos ante Dios.

Coro. Ante Ti, Señor.

Diácono. Saludémonos mutuamente con el beso de la santidad, y los que no pueden participar de los Divinos Misterios sigan rezando cerca de las puertas.

Coro. Cristo se manifestó entre nosotros, Dios mismo está aquí. Se oyó la voz que pregona la paz y la orden de dar el beso santo. La Iglesia se hizo un solo cuerpo, el beso se dio como lazo de esta unidad. La enemistad fue alejada y el amor fue esparcido entre nosotros. Ahora, oh ministros, eleven sus voces y canten al unísono las alabanzas al Dios Único. A Él lo alaban los serafines.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian

Կոմիտաս Վարդապետ

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Խորէն Մեխանճեան

Khorén Mekanejian

Լեւոն Չիլինկիրեան

Levón Chilinguirian

Քրիստափոր Կարա-Մուրզա

Kristapor Kara - Murza

Էտկար Մանաս

Edgar Manás


Diácono. Estemos con temor, estemos con respeto, estemos bien y miremos con atención.

Coro. Hacia Ti, oh Dios.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian

Կոմիտաս Վարդապետ

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Խորէն Մեխանճեան

Khorén Mekanejian


Diácono. Cristo, el Cordero de Dios, se ofrece en sacrificio.

Coro. Misericordia, paz y sacrificio de alabanza.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian

Կոմիտաս Վարդապետ

Komitás Vartabéd

Խորէն Մեխանճեան

Khorén Mekanejian


Sacerdote. Que la gracia, el amor y la divina virtud santificante del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo estén † con todos ustedes.

Coro. Amén. Y con tu espíritu.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian

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Խորէն Մեխանճեան

Khorén Mekanejian


Diácono. ¡Las puertas, las puertas vigilen con atención! Eleven sus mentes, con temor de Dios.

Coro. Las tenemos hacia Ti, Señor omnipotente.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian


Diácono. Demos gracias al Señor de todo corazón.

Coro. Es digno y justo.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian


Sacerdote. “Digno es y justo, siempre y en todo tiempo, con toda devoción y adoración glorificarte, Padre todopoderoso, que del abismo elevaste tu Verbo inmutable y creador. Que al pueblo, al llegar a la iglesia, congregaste a los fieles en ti, y con tu naturaleza inmutable, según tu providencia, quisiste habitar en nosotros. Y como Dios-artífice, hiciste el cielo y la tierra. Porque no toleraste que las huestes celestiales permanecieran inertes ante el resplandor y la luz infinita de tu divinidad, y así, el hombre fue creado para nuestra salvación; concédenos participar de la danza espiritual en los cielos por medio del Espíritu.

Y junto con los serafines y querubines, en unísono trisagio, componemos himnos, decimos y proclamamos.

Coro. Santo, santo, santo eres, oh Señor de los Ejércitos. Llenos están los cielos y la tierra de tu gloria, ¡alabanza en las alturas! Bendito eres Tú, que viniste y vendrás en el nombre del Señor, ¡hosanna en las alturas!

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian

Կոմիտաս Վարդապետ

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Խորէն Մեխանճեան

Khorén Mekanejian

Լեւոն Չիլինկիրեան

Levón Chilinguirian

Քրիստափոր Կարա-Մուրզա

Kristapor Kara - Murza

Էտկար Մանաս

Edgar Manás


Sacerdote. Santo, santo, santo eres verdaderamente y sumamente santo, y ¿quién podría contener en sí mismo la plenitud de tu bondad al manifestarse en nosotros? Desde antiguo, en el pasado, consolaste a los pecadores de diversas maneras mediante los profetas, con la ley, el sacerdocio y el sacrificio simbólico. Y al final de estos tiempos, cumple con nuestra deuda por nuestros pecados, trayéndonos a tu Hijo Unigénito: nuestro Redentor y Sacrificio, el Cordero y Pan celestial, Sumo Sacerdote y Sacrificio perpetuo. Porque Él mismo distribuye y Él mismo reparte entre nosotros siempre sin corrupción. orque Él fue verdaderamente hombre, sin engaño, y se encarnó con unidad inmutable de la Virgen María, en santidad, para recorrer toda la vida humana sin pecado, y para nuestra salvación vino al mundo y quiso padecer en la cruz. Tomó el Pan santo, divino, inmortal e inmaculado, obra de su mano. ☩ Bendito, alabado, eterno y entregado a sus elegidos, santos y muchos discípulos, diciendo:

TOMAD Y COMED: ESTO ES MI CUERPO, QUE ES DISTRIBUIDO POR VOSOTROS Y POR MUCHOS EN EXPIACIÓN Y REMISIÓN DE LOS PECADOS.

Coro. Amén.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian


Sacerdote. De la misma manera, tomó también el cáliz ☩ bendito, alabado, eterno y entregado a sus elegidos, santos y muchos discípulos, diciendo:

BEBED DE ELLA TODOS: ÉSTA ES MI SANGRE DE LA NUEVA ALIANZA, QUE POR VOSOTROS Y POR MUCHOS ES DERRAMADA EN EXPIACIÓN Y REMISIÓN DE LOS PECADOS.

Coro. Amén. Padre celestial que entregaste a tu Hijo a la muerte por nosotros para saldar nuestras deudas, te suplicamos, por la efusión de su Sangre: ten piedad de tu rebaño espiritual.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian

Կոմիտաս Վարդապետ

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Խորէն Մեխանճեան

Khorén Mekanejian

Լեւոն Չիլինկիրեան

Levón Chilinguirian

Քրիստափոր Կարա-Մուրզա

Kristapor Kara - Murza

Էտկար Մանաս

Edgar Manás


Sacerdote. Y de este modo nos dejó el mandamiento de siempre recordar a tu bondadoso Hijo Unigénito. Y descendiendo al abismo inferior con su cuerpo mortal —que en la carne asumió de nosotros—, humilló con gran poder a todo el infierno, y nos hizo conocerte a Ti únicamente como el verdadero Dios, Dios de los vivientes y de los muertos. Así pues, Señor, según este mandato, al traer este misterio salvador del Cuerpo y de la Sangre del Unigénito, recordemos la pasión de nuestro Salvador por nosotros, su crucifixión que da vida, su sepultura de tres días, su gloriosa resurrección, su ascensión divina, su sentarse a tu diestra, Padre, y confesemos y bendigamos su segunda venida gloriosa.

Y esto que es tuyo te ofrecemos, en todo y para todos.

Coro. En todas las cosas eres bendito, Señor; te bendecimos, te alabamos, te damos gracias, te suplicamos, Señor, Dios nuestro.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian - "A"

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian - "B"

Կոմիտաս Վարդապետ

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Khorén Mekanejian

Լեւոն Չիլինկիրեան

Levón Chilinguirian

Քրիստափոր Կարա-Մուրզա

Kristapor Kara - Murza

Էտկար Մանաս

Edgar Manás


Sacerdote. A Ti, en verdad, Señor Dios nuestro, te alabamos y te damos gracias sin cesar, porque, a pesar de nuestra indignidad, nos has hecho siervos de este misterio tan tremendo e inefable. No por nuestras buenas obras —de las cuales estamos siempre vacíos y hallados inútiles—, sino confiados en tu abundante misericordia nos atrevemos a acercarnos al ministerio del Cuerpo y de la Sangre de tu Unigénito, nuestro Señor y Salvador Jesucristo, a quien pertenecen la gloria, el dominio y el honor, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

La paz † esté con ustedes.


Diácono. Inclinémonos ante Dios.

Coro. Ante Ti, Señor. Hijo de Dios, que te ofreciste como víctima al Padre para reconciliarnos y que eres distribuido entre nosotros como Pan de vida, te pedimos, por la efusión de tu santa Sangre: ten piedad del rebaño redimido por tu Sangre.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian

Կոմիտաս Վարդապետ

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Խորէն Մեխանճեան

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Լեւոն Չիլինկիրեան

Levón Chilinguirian

Քրիստափոր Կարա-Մուրզա

Kristapor Kara - Murza

Էտկար Մանաս

Edgar Manás


Sacerdote. Te adoramos, suplicamos y rogamos a Ti, Dios bondadoso: envía sobre nosotros y sobre estos dones presentados a Tu eterno y consustancial Espíritu Santo.

Diácono. Amén. Bendice, Señor.

Sacerdote. Para que este pan bendito sea verdaderamente el Cuerpo de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. (Se repite tres veces)

Y que este cáliz bendito sea verdaderamente la Sangre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. (Se repite tres veces)

Որով զհացս եւ զգինիս օրհնեալ մարմին եւ արիւն ճշմարտապէս արասցես Տեառն մերոյ եւ փրկչին Յիսուսի Քրիստոսի՝ փոխարկելով Հոգւովդ քով Սրբով։ (Երիցս կրկնեսցէ)

Որպէս զի եղիցի սա ամենեցուն մեզ մերձեցելոցս, յանդատապարտութիւն, ի քաւութիւն եւ ի թողութիւն մեղաց։

Coro. Oh Espíritu de Dios, que has descendido del cielo y obras por nuestras manos el sacramento de tu conglorioso Jesucristo, te pedimos, por su Sangre derramada, que concedas la paz a las almas de nuestros difuntos.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian

Կոմիտաս Վարդապետ

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Խորէն Մեխանճեան

Khorén Mekanejianն

Լեւոն Չիլինկիրեան

Levón Chilinguirian

Քրիստափոր Կարա-Մուրզա

Kristapor Kara - Murza

Էտկար Մանաս

Edgar Manás


Sacerdote. Envíanos, Señor, el don del amor, la firmeza y el anhelado don de la paz para todo el mundo, para tu santa Iglesia, para todos los obispos ortodoxos, sacerdotes, diáconos, dirigentes, gobernantes, pueblos, viajeros, navegantes, quienes viajan por el aire, los encarcelados, los que se hallan en peligro, los que trabajan, y para quienes están en guerra contra los bárbaros. Concédenos también buen temple en los aires y fertilidad en los campos, y concede pronta salud a los que sufren diversas enfermedades. Dales reposo en Cristo a todos los que antes se durmieron: a los antepasados, patriarcas, profetas, apóstoles, mártires, obispos, presbíteros, diáconos y a todos los que han sido fieles de tu santa Iglesia, a hombres y mujeres que han partido en la fe.

Te suplicamos, oh Dios de bondad, que nos visites también a nosotros, junto con los que acabamos de recordar.

Coro. Acuérdate, Señor, y ten misericordia.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian


Sacerdote. Conmemorando en este santo Sacrificio a la Madre de Dios, la santa Virgen María, a Juan Bautista, a Esteban el protomártir, a nuestro santo Padre Gregorio el Iluminador y a todos los santos, te suplicamos.

Coro. Acuérdate, Señor, y ten misericordia.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian


Diácono. Conmemorando en el santo Sacrificio a los santos apóstoles, a los profetas, a los doctores, a los mártires y todos los santos pontífices, a los obispos apostólicos y sacerdotes, a los diáconos ortodoxos y a todos los santos, te suplicamos.

Coro. Acuérdate, Señor, y ten misericordia.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian


Diácono. Ante la bendita, alabada, gloriosa, maravillosa y divina Resurrección (o la a fiesta del día) de Cristo, nos inclinamos.

Coro. Gloria a tu (Resurrección), Señor.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian


Diácono. Te suplicamos recordando en este Santo Sacrificio a nuestros guías espirituales y rpimeros Iluminadores, los Santos Apóstoles Tadeo y Bartolomé y a San Gregorio el Iluminador, a Arisdakés. Vêrtanés, Husík, Nersés, Sahák, Daniel y a Jata, archimandrita Mesrób y a San Gregorio de Narek, y a Nersés Glaietsí, Hovannés Vorodnetsí y a Movsés Datevatsí , así como a los Santos Krikorisian y Nersisian, y a los Pastores y Arzobispos de Armenia.

Coro. Acuérdate, Señor, y ten misericordia.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian


Diácono. Te suplicamos recordando en este Santo Sacrificio a los Santos Ermitaños divinamente inspirados y piadosos Cenobitas: Pablo, Antonio, Bolos, Magarios, Onifrias, el abad Marcos, Serapión, Nelos, Arsén, Evagrios, Barsumás, los mártires Hovannisián y Simonián, los Santos Vosguián y Sukiasián, y a todos sus discípulos en el mundo entero.

Coro. Acuérdate, Señor, y ten misericordia.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian


Diácono. Te suplicamos recordando en este Santo Sacrificio a los Reyes Cristianos, al Santo Abgar, Constantino, Dêrtad, Teodosio y a todos los piadosos Reyes y Príncipes píos.

Coro. Acuérdate, Señor, y ten misericordia.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian


Diácono. Roguemos al Señor para que se acuerde, en este santo Sacrificio, de todos los fieles, hombres y mujeres, viejos y jóvenes de toda edad que se han muerto en Cristo con fe y santidad.

Coro. Acuérdate, Señor, y ten misericordia.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian


Sacerdote. Acuérdate, Señor, y ten misericordia, y bendice a tu santa Iglesia católica y apostólica, que redimiste con la preciosa sangre de tu Unigénito y liberaste con tu santa cruz. Concédele ahora paz inmutable. Acuérdate, Señor, y ten misericordia, y bendice a todos los obispos ortodoxos, que con recta doctrina nos anuncian brevemente la palabra de la verdad.

Y especialmente a nuestro Jefe Supremo, Pontífice y Venerable Patriarca de Todos los Armenios (nombre) concede una vida larga, con la Doctrina Ortodoxa.

Diácono. Te alabamos y glorificamos, oh Señor nuestro Dios, por este santo e inmortal Sacrificio que está sobre este santo altar y que Tú nos das para la santidad de nuestra vida. Por tu intercesión, concede amor, seguridad y paz al mundo entero, a la santa Iglesia y a todos los Obispos ortodoxos, y especialmente a nuestro Pontífice y Venerable Patriarca de Todos los Armenios, el Katolicós (nombre) y su Santidad Primado de nuestra Diócesis, el Obispo (nombre) y al sacerdote que celebra la Misa. Concede fuerza y victoria a los reyes cristianos y a los príncipes piadosos. Supliquemos y roguemos también por las almas de los difuntos y especialmente por nuestros grandes Maestros difuntos, por los que edificaron esta santa iglesia y por los que descansan a su sombra. Imploremos libertad para nuestros hermanos cautivos, gracia para el pueblo aquí presente, y descanso para los que murieron en Cristo con fe y santidad. Supliquemos para que el Señor se acuerde de todos ellos en esta santa Misa.

Coro. En todo y por todo.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian

Կոմիտաս Վարդապետ

Komitás Vartabéd

Խորէն Մեխանճեան

Khorén Mekanejian


Sacerdote. Acuérdate, Señor, y ten misericordia, y bendice a tu pueblo que está delante de ti y a los que celebran la santa liturgia, y concédeles sus necesidades y beneficios. Acuérdate, Señor, y ten misericordia, y bendice a los que hacen votos y a los que dan fruto en tu santa Iglesia, y a los que recuerdan a los pobres con misericordia; perdona sus deudas según la abundancia de tu generosidad, dándoles el ciento por uno aquí y en tu reino venidero. Acuérdate, Señor, y ten misericordia, y compadécete de las almas de los difuntos; dales descanso, ilumínalos y ordénalos junto a tus santos en el reino de los cielos, y hazlos dignos de tu misericordia.

Por los difuntos.
Acuérdate, Señor, del alma de tu siervo (nombre) y ten misericordia de él según tu gran misericordia, y concédele descanso en la luz de tu rostro.

Por los vivos.
Salva a (nombre) de toda trampa del alma y del cuerpo.

Acuérdate, Señor, también de aquellos que nos encomendaron que los recordáramos en nuestras oraciones por los vivos y por los difuntos, y dirige los deseos de sus súplicas y los nuestros hacia lo que sea justo y para salvación, y recompensa a todos abundantemente con tus inefables y bienaventuradas bondades. Y acepta la ofrenda de nuestros pensamientos en la capacidad del Cuerpo y la Sangre de tu Unigénito, nuestro Señor y Salvador Jesucristo, con quien a ti, Padre todopoderoso, junto con tu Espíritu Santo vivificante y liberador, pertenecen la gloria, el poder y el honor, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Y sea la misericordia de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo con todos vosotros.

Coro. Amén. Y con tu espíritu.


Diácono. Y nuevamente en paz roguemos al Señor.

Coro. Señor, ten piedad.


Diácono. Con todos los santos que hemos conmemorado, roguemos al Señor.

Coro. Señor, ten piedad.


Diácono. Por medio del santo, divino e inmortal Sacrificio ofrecido, que está sobre el santo altar, roguemos al Señor.

Coro. Señor, ten piedad.


Diácono. Para que el Señor Dios nuestro, que lo aceptó en su santo, celestial y místico altar, nos envíe, en cambio, la gracia y el don del Espíritu Santo, roguemos al Señor.

Coro. Señor, ten piedad.


Diácono. Recibe, sálvanos, ten misericordia de nosotros y guárdanos, Señor, por tu gracia.

Coro. Sálvanos, Señor, y ten piedad.


Diácono. Conmemorando a la santísima Madre de Dios, la siempre Virgen María, y a todos los santos, roguemos al Señor.

Coro. Acuérdate, Señor, y ten misericordia. Señor, ten piedad. A Ti, Señor, nos encomendamos. Señor, ten piedad. Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.


Sacerdote. Dios de verdad y Padre de misericordia, te damos gracias porque has honrado a nuestra naturaleza con una dignidad mayor que la de los bienaventurados patriarcas, pues a ellos los llamaste Dios, pero a nosotros, por tu compasión, te has complacido en llamarnos hijos. Y ahora, Señor, te suplicamos que este don de la nueva y preciosa adopción, concedido por ti, florezca y resplandezca cada día en medio de tu santa Iglesia.

Permítenos, Señor, que te invoquemos llenos de confianza y te llamemos “Padre celestial” cantando y diciendo:

Coro. Padre nuestro que estás en el cielo: santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian

Կոմիտաս Վարդապետ

Komitás Vartabéd - "A"

Կոմիտաս Վարդապետ

Komitás Vartabéd - "B"

Խորէն Մեխանճեան

Khorén Mekanejian

Յայր Մովսէս Վարդապետ Սրապեան

Háir Movsés Vartabéd Srabián

Լեւոն Չիլինկիրեան

Levón Chilinguirian

Քրիստափոր Կարա-Մուրզա

Kristapor Kara - Murza

Էտկար Մանաս

Edgar Manás


Sacerdote. Señor de los señores, Dios de los dioses, Rey eterno, Creador de todas las criaturas, Padre de nuestro Señor Jesucristo, no nos lleves a la tentación, sino líbranos del mal y danos vida en la prueba.

Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria eternamente. Amén.

La paz † esté con ustedes.

Coro. Y con tu espíritu.


Diácono. Inclinémonos ante Dios.

Coro. Ante Ti, Señor.


Sacerdote. Tú, que eres la fuente de la vida y el manantial de la misericordia de tu Espíritu Santo, ten misericordia de tu pueblo, que con humildad te adora en la divinidad. Guárdalos en su totalidad, imprime en sus almas la imagen de su cuerpo, como herencia y para que sean dignos de tus dones venideros.

Por Cristo Jesús, nuestro Señor, con Él, a Ti, oh Espíritu Santo y al Padre omnipotente, conviene la gloria, el poder y el honor, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Diácono. ¡Estemos atentos!

Sacerdote. Las cosas santas a los santos.

Coro. Tú sólo eres Santo, Tú sólo eres Señor, Jesucristo, en la gloria de Dios Padre. Amén.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian

Կոմիտաս Վարդապետ

Komitás Vartabéd

Խորէն Մեխանճեան

Khorén Mekanejian

Յայր Մովսէս Վարդապետ Սրապեան

Háir Movsés Vartabéd Srabián

Լեւոն Չիլինկիրեան

Levón Chilinguirian

Քրիստափոր Կարա-Մուրզա

Kristapor Kara - Murza

Էտկար Մանաս

Edgar Manás


Sacerdote. Mira, Señor nuestro Jesucristo, desde los cielos, desde tu santidad y desde el trono de la gloria de tu reino, ven a santificarnos y a sostenernos, para que participemos de tu Padre y de la santa liturgia. Haznos dignos de recibir tu Inmaculado Cuerpo y tu preciosa Sangre, y de ofrecerlos en las manos de todo tu pueblo.

Bendito eres, Padre Santo, Dios verdadero.

Coro. Amén.

Sacerdote. Bendito eres, Hijo Santo, Dios verdadero.

Coro. Amén.

Sacerdote. Bendito eres, Hijo Santo, Dios verdadero.

Coro. Amén.

Sacerdote. Bendición y gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Coro. Amén. Padre Santo, Hijo Santo, Espíritu Santo. Bendición al Padre y al Hijo y al Santo Espíritu, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian

Կոմիտաս Վարդապետ

Komitás Vartabéd

Խորէն Մեխանճեան

Khorén Mekanejian

Յայր Մովսէս Վարդապետ Սրապեան

Háir Movsés Vartabéd Srabián

Լեւոն Չիլինկիրեան

Levón Chilinguirian

Քրիստափոր Կարա-Մուրզա

Kristapor Kara - Murza

Էտկար Մանաս

Edgar Manás


Sacerdote. Señor nuestro Dios, que nos llamaste en el nombre de tu Hijo Unigénito a la vida cristiana, y nos concediste el bautismo como fuente espiritual para el perdón de los pecados, haznos dignos de participar del santo Cuerpo y de la preciosa Sangre de tu Unigénito. Y ahora te suplicamos, Señor, haznos dignos de recibir este santo sacramento para el perdón de nuestros pecados, y con gratitud glorifíquese tu nombre junto con tu Hijo y tu Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Alimentémonos con piedad del sacratísimo y precioso Cuerpo y Sangre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo que, descendiendo del cielo, se distribuye entre nosotros. Él es la vida, la esperanza, la resurrección, la expiación y el perdón de los pecados. Canten salmos al Señor Dios nuestro. Entonen salmos a nuestro Rey celestial e inmortal que está sentado en un carro de querubines.


Se cierran las cortinas.

Coro. Señor, ten piedad. Señor, ten piedad. Señor, ten piedad. Señor, ten piedad. Santísima Trinidad, da al mundo la paz. Y a los enfermos la salud, a los difuntos el reino. A la Iglesia esplendor al Pueblo Armenio, amor y unión. Señor, ten piedad. Señor, ten piedad. Jesús Salvador, de nosotros ten piedad.

Մակար Եկմալեան

Magár Yekmalian

Կոմիտաս Վարդապետ

Komitás Vartabéd

Խորէն Մեխանճեան

Khorén Mekanejian

Յայր Մովսէս Վարդապետ Սրապեան

Háir Movsés Vartabéd Srabián

Լեւոն Չիլինկիրեան

Levón Chilinguirian

Քրիստափոր Կարա-Մուրզա

Kristapor Kara - Murza

Էտկար Մանաս

Edgar Manás


Diácono. Digan salmos al Señor Dios nuestro, oh cantores, con voz suave canten himnos porque a Él convienen salmos, alabanzas, aleluyas e himnos. Oh ministros, canten salmos y alaben al Señor de los cielos.

Sacerdote. Te damos gran bendición y acción de gracias sobre nuestro Pan y nuestra Copa. Pero solo a ti, Jesucristo, te bendecimos junto con tu Cuerpo y tu Santísimo Espíritu, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén. Confesamos y creemos que tú eres Cristo, el Hijo de Dios, que cargaste con los pecados del mundo.

Se cierran las cortinas.

La plenitud del Espíritu Santo.

Sacerdote. Padre Santo, que nos llamaste por el nombre de tu Unigénito y nos iluminaste con el bautismo del recipiente espiritual, haznos dignos de recibir este santo sacramento para el perdón de nuestros pecados. Imprime en nosotros la gracia de tu Espíritu Santo como en los santos apóstoles, que probaron y fueron purificados de todo lo mundano. Y ahora, Señor Padre bondadoso, concede que esta comunión sea partícipe en la cena de los discípulos, destruyendo la oscuridad de los pecados. No rechaces nuestra indignidad, ni impidas la gracia de tu Espíritu Santo, sino que según tu infinita misericordia, concédenos la expiación de los pecados y la remisión de las transgresiones, como prometió y dijo nuestro Señor Jesucristo: “Todo aquel que coma mi Cuerpo y beba mi Sangre, tendrá vida eterna”. Haz que este sacramento sea para nosotros expiación, para que quienes lo reciban y beban en fe, no pequen, sino que glorifiquen y bendigan al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Paz a todos.

Te damos gracias, Cristo Rey, porque nos hiciste dignos de participar, indignos como somos, de tu santo Cuerpo y Sangre. Y ahora te suplicamos: no nos dejes recibirlo en condenación, sino para expiación y perdón de los pecados, para salud del alma y del cuerpo, y para el cumplimiento de toda obra virtuosa. Que este sacramento santifique mi corazón, mi alma y mi cuerpo. Y hazme digno de entrar en el templo y en la morada del Santísimo Trinidad, para que junto con tus santos sea digno de glorificar a ti, Padre, y a tu Espíritu Santo, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Oración de San Juan Crisóstomo

Sacerdote. Te doy gracias, te exalto y te glorifico, Señor mi Dios, porque, siendo indigno, me has hecho digno de participar en tu santo y terrible misterio, en tu Inmaculado Cuerpo y en tu preciosa Sangre. Por esta razón, con esta intercesión, te suplico que en todos los días y momentos de mi vida me guardes en tu santidad, para que, recordando tu gran bondad, viva en ti. Porque por nosotros sufriste, moriste y resucitaste. No te acerques a mí, Señor mi Dios, Destructor, sellando mi persona con tu preciosa Sangre. Todopoderoso, purifícame de todas mis obras muertas, de todo pecado, porque solo tú eres inocente.

Fortalece mi vida, Señor, frente a toda prueba, y haz que mis enemigos que se levantan contra mí se avergüencen y sean humillados, según su maldad. Fortalece mis sentidos, mi mente y mi lengua, y todos los caminos de mi cuerpo. Hoy me acerco a ti, según tu inmutable promesa: “El que coma mi Cuerpo y beba mi Sangre, morará en mí y yo en él”. Tú dijiste esto, Hombre-amante, para que vivamos según tus divinos e inexorables mandamientos. Porque tú eres Dios de misericordia, de compasión y de amor por los hombres, dador de todo bien, y a ti corresponde toda gloria, junto con tu Hijo y tu Santísimo Espíritu, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Y entonces ofrece ante el Señor y pide verdaderamente a Dios por tu propia persona, por tu pueblo y por el mundo. Y pide perdón por tus enemigos y por los que te odian. Y después, con temor y temblor, recibe el Cuerpo y bebe del Cáliz, diciendo:

Sacerdote. Con fe creo en tu Santísima Trinidad, en el Padre, en el Hijo y en tu Espíritu Santo. Con fe recibo tu santo, vivificante y salvador Cuerpo, Cristo mi Dios Jesucristo, para el perdón de mis pecados. Con fe bebo tu santificadora y purificadora Sangre, Cristo mi Dios Jesucristo, para el perdón de mis pecados. Que tu Inmaculado Cuerpo me sea vida, y tu Santa Sangre, expiación y perdón de mis pecados.

Coro. Bendito es Dios. Cristo se ha ofrecido en sacrificio y es distribuido entre nosotros, ¡aleluya! Él nos da su Cuerpo como alimento y derrama sobre nosotros su santa Sangre, ¡aleluya! Acerquémonos al Señor e iluminémonos, ¡aleluya! Experimentemos y veamos cuán bueno es el Señor, ¡aleluya! Bendigan al Señor en los cielos, ¡aleluya! Bendíganlo en las alturas, ¡aleluya! Bendíganlo todos sus ángeles, ¡aleluya! Bendíganlo todos sus ejércitos, ¡aleluya!

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La Confesión y la Absolución.

Sacerdote. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Asamblea. Peco ante la Santísima Trinidad — Padre, Hijo y Espíritu Santo. He pecado contra Dios. Confieso ante Dios y ante la Santa Madre de Dios, y ante ti, Padre Santo, todos los pecados que he cometido. Porque he pecado con pensamiento, palabra y obra, voluntaria e involuntariamente, con conocimiento y sin conocimiento. He pecado contra Dios.

Sacerdote. Que Dios conceda el perdón.

Asamblea. He pecado por mis siete faltas capitales: orgullo, envidia, ira, pereza, avaricia, lujuria y glotonería, y en parte por otros. He pecado contra Dios.

Sacerdote. Que Dios conceda el perdón.

Asamblea. Y también he pecado contra todos los mandamientos de Dios, tanto en los que he observado como en los que he dejado de observar, porque no he cumplido los que debía cumplir ni me he apartado de los que debía evitar; he tomado lo que estaba prohibido y he hecho lo que estaba prohibido, habiendo sido llamado a la vida cristiana, pero hallándome indigno por mis obras. Conociendo el mal, lo he querido; y de las buenas obras me he apartado. ¡Ay de mí, ay de mí, ay de mí! ¿Qué decir o confesar, pues innumerables son mis pecados? He pecado contra Dios.

Sacerdote. Que Dios conceda el perdón.

Asamblea. Padre Santo, te tengo a ti como mediador de reconciliación e intercesor ante tu Unigénito Hijo de Dios, para que, por la autoridad que te ha sido dada, me libres del vínculo de mis pecados, te suplico.

Sacerdote. Señor, ten misericordia. Señor, ten misericordia. Señor, ten misericordia. Que el Dios amante de los hombres tenga misericordia de ti y conceda perdón a todos tus pecados, confesados y olvidados. Y yo, en virtud de la autoridad sacerdotal y del mandato divino, te declaro: todo lo que hayas sido liberado en la tierra, sea liberado en los cielos; te perdono todos tus pecados en pensamiento, palabra y obra, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Y te entrego nuevamente al cuidado de la Santa Iglesia, para que todo lo que hagas de bueno sea para el bien y para la gloria de la vida eterna. Amén.

Se abren las cortinas.

Diácono. Con temor y fe, avanzad y participad con santidad.

Coro. Nuestro Dios y Señor se nos manifestó. Bendito es el que viene en nombre del Señor.

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Salm 28: 9

Sacerdote. Salva, Señor, a tu pueblo y bendice † a tu heredad, gobiérnalo y enaltécelo desde ahora y por toda la eternidad.

Se cierran las cortinas.

Coro. Nos colmaste, Señor, de tus bienes y nos alimentaste con tu Cuerpo y tu Sangre. ¡Gloria en las alturas a Ti, que nos saciaste! Tú que nos alimentas continuamente, envíanos tu bendición espiritual. ¡Gloria en las alturas a Ti, que nos alimentaste!

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Diácono. Y nuevamente en paz roguemos al Señor.

Coro. Señor, ten piedad.


Diácono. Después de haber participado con fe en los divinos, santos, celestiales, inmortales e incorruptibles misterios, agradezcamos al Señor.

Coro. Te damos gracias, Señor, por habernos alimentado en tu mesa inmortal, distribuyendo tu Cuerpo y tu Sangre para la salvación del mundo y para darnos la vida.

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Edgar Manás


Sacerdote. Te damos gracias, Padre Todopoderoso, porque nos has preparado un puerto santo en la Iglesia, templo de santidad, donde se glorifica el nombre de tu Santísima Trinidad. Aleluya. Te damos gracias, Cristo Rey, porque nos has concedido vida a través de tu Cuerpo vivificante y tu Sangre santa; concede perdón y gran misericordia. Aleluya. Te damos gracias, Espíritu verdadero, porque has renovado la santa Iglesia; guárdala inmaculada con fe en tu Trinidad desde ahora y para siempre. Aleluya. Te damos gracias, Cristo nuestro Dios, porque nos has concedido participar de esta bondad para santidad y vida. Guárdanos santos e inmaculados, habitando con nosotros tu cuidado divino. Guíanos con tu paciencia y amor, fortalecidos contra toda oposición del enemigo, para que seamos dignos de escuchar tu voz, seguir solo a tu valiente y verdadero Pastor, y recibir de ti el lugar preparado en tu reino celestial. Nuestro Dios, Señor y Salvador Jesucristo, a ti sea la alabanza junto con el Padre y tu Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. La paz esté con ustedes. A ti, la Increada, Incomprensible, Trina en tu esencia, Creadora, Aceptante e Inseparable y Unida Santísima Trinidad, sea la gloria, el poder y la honra, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Se abren las cortinas.

Sacerdote. Oh Señor, que bendices a los que te bendicen y santificas a los que en Ti esperan.

Coro. Bendito es Dios.


Sacerdote. Salva a tu pueblo y bendice tu herencia. Preserva la plenitud de tu Iglesia.

Coro. Amén.


Sacerdote. Santifica a los que saludaron gentilmente la gracia de tu morada. Glorificanos con tu poder divino y no abandones a los que en Ti hemos confiado.

Coro. Amén.


Sacerdote. Concede tu paz a todo el mundo, a la Iglesia Armenia y a todas las iglesias cristianas, a los sacerdotes y a sus ayudantes, a las Repúblicas de Armenia y de Argentina, y a todas las Repúblicas y Reinados Cristianos y a sus ejércitos, y a todo tu pueblo.

Coro. Amén.


Sacerdote. Porque todo don bueno y toda gracia perfecta vienen de arriba, de Ti, que eres Padre de la Luz. Y a Ti conviene la gloria, el poder y el honor ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Salmo 113:2

Coro. Amén. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y en todos los tiempos. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y en todos los tiempos. Y bendito sea el nombre del Señor, ahora y en todos los tiempos.

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Էտկար Մանաս

Edgar Manás


Sacerdote. El cumplimiento de la Ley y de los profetas eres Tú, oh Cristo Dios y Salvador nuestro. Tú que cumpliste toda la misión recibida del Padre, cólmanos con tu Espíritu Santo.

Diácono. Nos ponemos de pie.

Sacerdote. La paz † esté con ustedes.

Coro. Y con tu espíritu.


Diácono. Inclinémonos ante Dios.

Sacerdote. Del Santo Evangelio de Jesucristo según San Juan.

Coro. Gloria a Ti, Señor Dios nuestro.


Diácono. ¡Estemos atentos!

Coro. Es Dios quien habla.


Sacerdote. En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio con Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin Él nada de lo que ha sido hecho fue hecho. En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres; y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron. Hubo un hombre enviado por Dios, llamado Juan. Este vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino que vino a dar testimonio de la luz. La luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene al mundo, estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de Él, y el mundo no lo conoció. Vino a lo que era suyo, y los suyos no lo recibieron. Pero a todos los que lo recibieron, les dio autoridad de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre, los cuales no nacieron de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

Diácono. Gloria a ti, Señor, nuestro Dios. Te suplicamos, Señor, por la Santa Cruz, que nos salves de los pecados y nos vivifiques por tu misericordia. Señor Todopoderoso, nuestro Dios, ten compasión y danos vida.

Sacerdote. Protégenos, Cristo nuestro Dios, bajo la protección de tu santa y preciosa Cruz, en paz. Líbranos de enemigos visibles e invisibles. Haznos dignos de glorificarte con gratitud al Padre y a tu Espíritu Santo, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Coro. Bendeciré al Señor en todo tiempo. Que en todo tiempo tenga en mis labios su alabanza.

Մակար Եկմալեան

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Յայր Մովսէս Վարդապետ Սրապեան

Háir Movsés Vartabéd Srabián

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